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Parte de mí vida: Mi trabajo
- junio 12, 2020
- Publicado por: Salvador Ponce
- Categoría: Educación Educación Privada Empresa Historia Texto

Mi nombre es Víctor Salvador Ponce Rivera. Soy Licenciado en Educación, graduado en la UVG con estudios cerrados en la maestría de Administración Educativa de la misma universidad y con estudios en la enseñanza de inglés como segundo idioma en varias universidades de los Estados Unidos.
Cuando llegó el momento de elegir hacia donde ir en el camino de educación que se conoce como diversificada, marcado por el término de la educación básica (en los 60s llamados educación vocacional y pre vocacional respectivamente) había varias opciones: La Politécnica, a la cual no pude aspirar por no alcanzar, en esos años, la estatura mínima exigida, Perito Contador algo inaceptable para mí que, en ese tiempo, no quería relaciones con los números, Magisterio, en ese tiempo era común que te lo motivaran así: “se aunque sea profesor, algo es algo” y además, debías tener una vocación que yo no sentía. Finalmente Bachiller en Ciencias y Letras, esto significaba obtener un Diploma que te daba la oportunidad de optar a ingresar a la Universidad a la carrera de tu elección y que te permitía decir “soy Bachiller” lo que en síntesis decía: “tengo un diploma pero…”
Así pues escogí estudiar bachillerato en Ciencias y Letras y tuve la fortuna de ingresar a una institución que daba a sus estudiantes una formación integral que, para mi gusto, incluía una disciplina muy similar a la militar, el refuerzo de la religión católica cuyos principios me han guiado siempre y una educación general que ha demostrado ser sólida como base de mi vida. Todo esto me llevó a mantener una relación que se mantiene a través de los años con el Colegio de Infantes en donde me gradué de Bachiller en Ciencias y Letras y en donde, gracias a la visión del rector: Presbítero y Lic. Cristóbal Ramírez Monterroso, pude iniciar mi carrera como profesor de inglés, al inicio con muchas dudas pero que luego se tornó en mi camino de vida y que me dio la oportunidad de realizarme como profesional, conocer muchas personas con quienes la amistad forjada en esos años se ha mantenido y desarrollar una vocación que rechazaba y que ahora bendigo.

Desde 1968, he sido maestro de inglés como segundo idioma. Sonrío ante el recuerdo de que nunca pensé en mí como un maestro. La vida te indica el camino y, si escuchas muy dentro de ti encontrarás eso que llaman: destino.
En el Colegio de Infantes me gradué en 1966 y empecé a dar clases de inglés en el nivel primario en 1968. Fui catedrático aquí durante 22 años. Prácticamente viví en, por y de esta institución que me permitió, además la oportunidad de realizar mis estudios superiores en el país y el extranjero. Únicamente, en otra institución ya desaparecida, el Colegio Liceo Minerva, me sentí bien compartiendo mi magisterio durante seis años maravillosos que terminaron porque tuve que asumir mayores responsabilidades en el Colegio de Infantes lo que no me dejó tiempo para algo más.
En 1989, las autoridades superiores que manejaban la institución decidieron retirar al Padre Ramírez de la dirección del Colegio y con él fuimos retirados los catedráticos que no servían a los intereses de cambio en las políticas del Colegio.
Aquí se dio el parte aguas de mi vida a nivel profesional: salí de mi zona de confort y tuve que pensar en cómo iba a enfrentar los retos de vivir sin la estabilidad que, aunque mínima a nivel económico, tenía con mi trabajo en el Colegio y ahora debía asumir empezando de cero. Había dos opciones: trabajar para otra institución como catedrático o coordinador en el área en inglés; incluso como Director pues tenía las credenciales para ello y aunque hubo propuestas económicas bastante interesantes no sentí la atracción de trabajar para ninguna de ellas.

Fue claro entonces, tenía que trabajar para una institución de mi propiedad. Al principio, inicio de los 90s, el trabajo fue de mi exclusiva responsabilidad, desde enviar propuestas, negociar contratos, preparar los programas y planes, diseñar los materiales e implementar las clases. Gracias a Dios, desde el inicio tuve el apoyo de muchas personas para trabajar: amigos y ex alumnos, quienes abrieron las puertas de distintas empresas para impartir los cursos al recurso humano y, en algunos casos, tutorías personales para los gerentes de las mismas. El trabajo se ampliaba y una sola persona para impartir los cursos no era suficiente. Nace entonces SPA (Salvador Ponce y Asociados) como una empresa familiar en la que trabajamos en horarios diversos: mis hijos, mi hija, mi yerno y yo.

La empresa tuvo que crecer cuando recibimos la oportunidad de abrir un programa para la empresa de maquila Koramsa y el personal de SPA alcanzó hasta quince capacitadores en inglés. Además, en esta empresa se trabajó cursos de Desarrollo Humano a cargo de profesionales de psicología y sociología que enriquecieron a SPA con su trabajo profesional en la implementación de esos temas, los cuales se llevaron a muchos grupos de trabajo especialmente en varios departamentos del país.

En el año 2004, SPA se transforma en H.D.C.S.A., HUMAN DEVELOPMENT CENTER, S.A. El trabajo se enfocó más hacia el área de inglés y se mantuvo estable por algunos años luego de los cuales empezaron cambios provocados por la merma en contratos lo que provocó el retiro de magníficos profesionales que decidieron tomar otros rumbos, incluso unos pocos iniciaron sus propios negocios en la docencia de inglés con éxito. Más adelante mi hija, Wendy, y mi yerno, Alex, dos pilares dentro de la empresa, se mudaron a establecer su hogar en Noruega en donde en la actualidad continúan su trabajo como docentes de gran excelencia, dentro del sistema educativo de aquel país nórdico. Finalmente, en el año 2016 mi hijo mayor, Salvador, un docente de excelencia comprobada, falleció. Su pérdida repentina, más los retiros anteriores nos hicieron replantear nuestros planes y visualizar nuestra incursión en la enseñanza a través de las redes.

Naturalmente, este cambio necesitaba a alguien que tuviera el expertise adecuado para ofrecer un servicio de excelencia como ha sido la filosofía de H.D.C. y que mejor que mi hijo menor, Antonio José, quien a su experiencia de 18 años de docencia en inglés añade su pasión y conocimiento la tecnología necesaria y en la cual se ha desenvuelto en su otra área de especialización: música y producción musical (su otro título es Licenciado en música de la UVG).

Iniciar un proyecto y llevarlo a cabo necesitan tiempo. Antonio José se dedicó a coordinar el proyecto en tiempo parcial, más, llegó el 2020 y la situación nos ha dado ese tiempo y forzado a hacer realidad HDC Training courses on line como una respuesta a la necesidad de nuestro mercado: complemento a los cursos presenciales y cursos de aprendizaje de temas específicos en cápsulas sencillas con explicaciones fáciles de entender y ejercicios útiles para reforzar los temas y las distintas habilidades que se necesiten: listening, speaking, reading and writing.
Nuestro misión es ayudar a que todos los que tengan como una de sus metas aprender a utilizar el inglés como una herramienta de comunicación: utilizarla para avanzar en sus estudios, poder optar a becas, mejorar en sus puestos de trabajo, divertirse o culturizarse: viajes, video juegos, lecturas; la puedan alcanzar de manera económica, rápida, fácil y divertida.
Nuestras puertas están abiertas, pueden pasar adelante.