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Importancia de la puntualidad
- agosto 4, 2020
- Publicado por: Pedro Vinicio Donis Cerón
- Categoría: Uncategorized

La labor del docente es auténticamente apasionante. Por algo se hace honor a la frase de José Martí: “Me hice Maestro, que es hacerme creador”. Como fruto de la experiencia de varios años dedicados a la enseñanza, reconozco la importancia capital que reviste la insistencia en la virtud de la puntualidad. Esta virtud dice mucho de una persona: su preocupación por los demás, respetando el tiempo de los otros y su presencia adecuada, sin prisas en las diversas citas. El puntual sabe estar antes y no justo a la hora. Pero todo esto no se improvisa: es fruto de un esfuerzo a lo largo del tiempo.
Sabemos que una virtud viene dada por la repetición de actos buenos. De allí que no es del todo cierto que uno nazca con virtudes ya que la gran mayoría se van adquiriendo y perfeccionando con el tiempo. Diríamos que van forjando la personalidad del dicente. Como maestros nos toca descubrir esa apertura hacia nuevas metas, con el ímpetu necesario para alcanzarlas.

Leyendo al connotado filósofo Leonardo Polo, me conmueve su definición sobre la educación cuando dice que se trata de “Ayudar a crecer”. Esa es en realidad la gran labor del maestro: ayudar a crecer a sus alumnos en las virtudes y ahora que estamos hablando de esta virtud en particular, ayudar a crecer en la puntualidad.
Es importante llevar un control de todas las actividades que tenemos que realizar en una semana, en un mes, en un trimestre, en el semestre y en el año. Eso nos dará una visión general de cómo hemos de ser puntuales para atender a cada una de ellas. Quien planifica recogerá el fruto de su prevención: verá cumplidas sus metas y alcanzará lo que se propuso.
Permítanme que descienda a la experiencia personal: fui formado en un colegio en el que se daba mucha importancia a esta virtud, a tal punto que al día de hoy, varias décadas después de egresar de esas connotadas aulas, siento que me va a pasar algo cuando voy con el tiempo justo hacia alguna reunión: esta es la señal de que la formación que recibí me marcó y el resultado está a la vista: vivo la puntualidad que me enseñaron.

De allí la importancia de recibir las tareas asignadas en el tiempo previsto, el hecho de iniciar puntualmente una clase y de terminarla también a la hora prevista. Tiene mucho que ver con la logística personal en el manejo del horario diario: a la hora de citar a varias personas a la vez, hay que hacerlo respetando un tiempo de holgura para que no le toque esperar al siguiente.
Quien vive la puntualidad triunfará en esta vida porque tendrá ese detalle que le ayudará a destacar y sobre todo a estar por encima de las prisas y carreras lógicas hasta cierto punto por el crecimiento del parque vehicular en nuestras ciudades y el crecimiento en extensión de las zonas habitadas. Concluyo con un mensaje de ánimo hacia los docentes: vale la pena invertir tiempo en la formación de nuestros alumnos y vale la pena dedicarnos a formar en ellos la virtud de la puntualidad.